Pues a mí ya me gustaría poder abandonar el blog (del twitter y flickr paso) para irme de vacaciones, pero como todavía me quedan tres semanas de prácticas, pues aquí estamos, al pie del cañón. Pásense de visita y comenten cuando gusten, que el trabajar desde casa es muy solitario.
martes, julio 31, 2007
Ellos nunca lo harían
Pues a mí ya me gustaría poder abandonar el blog (del twitter y flickr paso) para irme de vacaciones, pero como todavía me quedan tres semanas de prácticas, pues aquí estamos, al pie del cañón. Pásense de visita y comenten cuando gusten, que el trabajar desde casa es muy solitario.
lunes, julio 30, 2007
Sorpresas te trae el cartero
Pues considerando que el primer motivo para que te descalifiquen como jurado es el no ser estadounidense, es un poco de burrócrata enviarle una convocatoria a una extranjera, ¿no? Y todavía más intrigante: ¿de dónde carajo habían sacado mis datos? Le conté a mi jefa lo de la convocatoria y se extrañó, porque ella creía que sacaban la información del registro de votantes del condado (y, claro está, yo no estoy en ese registro porque no al no ser estadounidense, no puedo votar... por mucho que me pese). Así que lo han tenido que sacar de otra parte, ¿quién les estará proporcionando mis datos? Malditos...
Esta es la segunda vez que el cartero me trae una sorpresa gorda (la primera aquí). Y dicen que no hay dos sin tres, así que ya os contaré.
martes, julio 24, 2007
Lo que se queda en el tintero
No, este ancianito no es un clon de ese personaje de La guerra de las galaxias en el que estáis pensando ahora mismo. Este señor es Pief Panofsky, director fundador del Stanford Linear Accelerator Center (SLAC), al cual entrevisté mientras estaba ahí de prácticas, entrevista que hoy publica El País aquí.
lunes, julio 23, 2007
Oh, India...
Os dejo con algunas fotos del concierto (estaba llenísimo de indios, que creo que son mayoría en muchos pueblos de Silicon Valley).
Los bailarines de banghra (y el tipo del bombo)
Anoushka y su sitar (guapa hasta decir basta)
¿Y éste qué hacía? ¿Mirar el email?
Pues al parecer el tipo del email era importante...
Con Pablo (¡tengo un amigo bloggero famoso!)
Parte de la Spanish mafia de la zona de la Bahía.
jueves, julio 19, 2007
La nueva columna y el niño telepredicador
miércoles, julio 18, 2007
... pero esperaré hasta el matrimonio
domingo, julio 15, 2007
A mí me gusta el pipiriripipí...
El valle de Napa es la parte más conocida de la zona vitícola de California Norte. Además, me acabo de enterar, gracias a la Wikipedia, de que los creadores de Falcon Crest (¡mítica!) se inspiraron en estas tierras para los viñedos de la serie. Desafortunadamente, Napa se ha puesto demasiado de moda en los últimos años y ahora está a reventar de visitantes y muy cara, porque el turista estadounidense se gasta los dólares que es un primor. Pero la zona sigue siendo muy bonita y mis amigos muy majos, así que pasamos un gran día.
El toque gore del día lo puso el pedazo de accidente que vimos a la vuelta (dos coches y una moto que había quedado como un acordeón). Justin dijo que esto debe ser el pan de cada día en la zona, y pese a ello no vimos ni a una sola patrulla haciendo controles de alcoholemia (influencia que deben tener las bodegas, parece ser: el interés económico triunfa sobre la seguridad vial, qué bien). Lo feliz que sería el bigotes si esto sucediera en España también.
martes, julio 10, 2007
Las prácticas de verano
domingo, julio 08, 2007
Los vigoréxicos
jueves, julio 05, 2007
La cultura del despilfarro
Los malos
Elvira Lindo 01/07/2007
(...) Bien, pues toda esta confesión innecesaria venía a cuento de la vergüenza que pasé el día en que Al Gore apareció en la ceremonia de los Oscar. (...) este año el mundo de Hollywood encontró en Supergore la encarnación de la felicidad colectiva. Ellos parecían verlo como a Superman: al fin y al cabo, Gore es ese hombre encorsetado (como Clark Kent) al que uno se imagina poniéndose una capa y volando para destruir una fábrica que lanza emisiones de CO2 al espacio espacial. La ideología de Supergore, salvador de planetas, ha calado en el público por el optimismo de sus propuestas. Pero he aquí que otros escépticos redomados como yo están poniendo en duda que sea tan sencillo luchar contra Lex Luthor. Viviendo en América, uno se da cuenta de que la salvación del planeta es la última moda del catálogo de rebeldías posibles, pero, en la práctica, nadie se aplica el cuento. De ahí mi alegría, esta semana, cuando el periódico publicó una carta de Gustavo Duch Guillot, presidente de Veterinarios sin Fronteras, que a raíz de la visita de Gore a Barcelona celebraba que haya despertado conciencias, pero ponía en entredicho su fe en los agrocombustibles, que pueden acabar siendo tan contaminantes como el CO2. El amigo Duch decía algo que yo pensé la misma noche en la que veía a los emocionados actores aplaudiendo a su nuevo héroe: ¿qué pasaría si en vez de estar hablando de energías alternativas habláramos de quitaros parte de vuestros privilegios? No es sólo cosa de ricos, es algo aún más inherente a la cultura americana, el despilfarro. Un despilfarro del que nadie se da cuenta: los miles de envoltorios de plástico y papel que te dan al día en el supermercado y que llenarán esa misma noche camiones de reciclado; el espectáculo de la comida que se tira en grandes bolsas y que, paradoja, sacan a la calle trabajadores que vienen de países donde la gente muere de hambre; los tremendos 4×4 que han impuesto los fabricantes de coches y las petrolíferas; el agua que se gasta sin control; los aires acondicionados que se ponen ya en marzo en muchos edificios y que la gente contrarresta con calefacciones eléctricas; la idea de que el frío artificial es sinónimo de calidad de vida y de que el hall de un edificio que se precie ha de estar a quince grados máximo; el haber desterrado el transporte público de la mayoría de las ciudades y defender que lo más sostenible es vivir en urbanizaciones; la incapacidad de que los restaurantes entiendan que las porciones no tienen que rebosar el plato. (...) Todas estas cosas me asaltaron aquella noche en los Oscar. Mi tendencia Addams a desconfiar del arrobamiento de la masa por el líder. Miraba los rostros emocionados de mis actores favoritos y pensaba: y qué si os cambiaran la vida, si tuvierais que renunciar al avión privado que os lleva vestidos de hippies al Machu Picchu; y qué si tuvierais que modificar ese sistema mental que os lleva a pensar que todo consiste en que Supergore acabe con los malos. Y qué si los malos también fuerais vosotros."
Pues bien, las razones por las que me ha gustado: