domingo, enero 27, 2008

Granjas, no guerras


Como ya he explicado con anterioridad, la zona donde vivo es la meca de la comida sana. Así, no es de extrañar que la mayor conferencia de agricultura orgánica se celebre por aquí (en Pacific Grove, para ser concretos). El jueves pasado cubrí un par de las conferencias para un trabajo de clase y me quedé muy impresionada con la que iba sobre el programa "Swords to Plowshares" (De espadas a azadas).

Se trata de una iniciativa puesta en marcha por una asociación de granjeros antibelicistas, "Farms Not Arms" (Granjas, no Armas), que quieren ofrecer formación en agricultura a los soldados que vuelven de Irak y Afganistán.

Los objetivos de los granjeros son dos: por una parte, proporcionar a los soldados una nueva profesión. Un porcentaje desproporcionado de las bajas estadounidenses en Irak son chavales provinientes de pueblos pequeños y rurales. Los de "Farms Not Arms" creen que estos chicos se apuntan al ejército porque en realidad no tienen muchas otras oportunidades de trabajo, y por eso quieren ofrecerles una alternativa.

Pero es que además, los de "Farms Not Arms" ven el trabajar la tierra como algo espiritual (no estamos hablando de granjas industriales, sino de pequeñas granjas orgánicas que requieren mucho mimo y mucha conexión con la naturaleza), que puede ayudar a los ex combatientes a superar sus traumas de guerra.

En la presentación de los granjeros, habló un ex-soldado de 25 años que venía a ser el ejemplo andante de que "Swords to Plowshares" puede funcionar. Matt McCue, un chavalote rubio y rubicundo de Albuquerque (New Mexico), explicó que se alistó al ejército con 19 años. El año 2003 fue destinado a una aldea al norte del peligroso triángulo suní en Irak. McCue explicó que lo pasó muy mal patrullando, echando puertas abajo y deteniendo a iraquíes, pero que un día vio la luz... en un mercado local. Allí, se preguntó cómo podían los agricultores iraquíes seguir cultivando sus productos y vendiéndolos en sus puestecillos como si allí no pasara nada, cuando en realidad su mundo se estaba desmoronando. Empezó a admirar a los campesinos iraquíes que en los controles militares mostraban orgullosamente a los soldados americanos las verduras que transportaban para vender en el mercado.

"Su orgullo no se había visto afectado por la brutalidad de la guerra", dijo McCue. Empezó a considerar el volverse agricultor.

Cuando le devolvieron de Irak, McCue probó a trabajar unos meses en un rancho en Hawaii, y descubrió que le encantaba trabajar la tierra. Así que decidió apuntarse a un curso de agricultura orgánica en UC Santa Cruz (¡mi universidad!)

"Pese a que había empezado a entrar en contacto con el movimiento antibelicista, yo por entonces aún creía que aunque la guerra de Irak estuviese mal, uno tiene que servir a su país. Pero los seis meses que pasé en Santa Cruz me hicieron abrirme de mente", explicó. Así que el siguiente paso en su metamorfosis de soldado a pacifista fue apuntarse a los Cuerpos de Paz... y acabó destinado en una aldea musulmana suní en Níger.

"Otra vez me despertaba por las mañanas con la llamada a la oración del muacín, como en Irak. Pero ahora lo que hacía era levantarme e ir a trabajar en el campo con la gente local," explicó McCue, quien dijo que los aldeanos le trataron exquisitamente pese a que en ningún momento ocultó que había sido soldado en Irak.

McCue ha empezado hace un par de meses a trabajar en su propia granja orgánica en Sebastopol (California), y está ayudando a "Farms Not Arms" a montar un curso para soldados que quieran reciclarse en agricultores.

Entre la audiencia de la charla había otro veterano, éste de la guerra de Vietnam, que creía que los de "Swords to Plowshares" pecaban de simplistas. Explicó que él había necesitado tres años de terapia convencional para superar su síndrome de estrés post-traumático provocado por la guerra, y que no creía que un par de charlas espirituales y el contacto por la naturaleza pudieran arreglar los traumas de los soldados.

"Bueno, pese a que eso es cierto en tu caso, tienes que pensar que no a todo el mundo le dañan de la misma manera, ni le funcionan las mismas terapias. Y creemos que el trabajar de agricultor podrá ayudar a más de uno", le contestó otro veterano.

Lleve quien lleve la razón, Estados Unidos tiene un problemón con sus soldados. Dos estudios recientes señalan que uno de cada cinco veteranos de Irak y Afganistán tiene problemas psicológicos graves. Además, las agencias encargadas de los veteranos no disponen de los recursos necesarios para tratarlos adecuadamente. Así que creo que iniciativas como la de estos granjeros, por muy simples y naïf que puedan parecer, son de lo más encomiables.

PARA SABER MÁS:

- Artículo de "El Mundo" sobre Matt McCue

- Serie "War Torn" del New York Times, sobre los efectos de la guerra sobre los soldados estadounidenses:


- Artículo de investigación del Hartford Courant sobre los suicidios de soldados con problemas psicológicos graves que fueron obligados a seguir batallando:

7 comentarios:

Dylan dijo...

Ayer termine de ver Fahrenheit 9/11 y la verdad es muchos jóvenes no tienen más remedio que alistarse en el ejercito para conseguir trabajo.
Me parece una buena iniciativa y aunque sabemos que no va a cambiar el mundo ni nada de eso, pero es una buena forma de cambiar de aires para personas que han vivido situaciones tan estresantes.

Anónimo dijo...

A mí no me parece nada light ni pueril; me parece una iniciativa imaginativa y práctica, ke no es poco. Claro ke si no se metieran en guerras,les iría mucho mejor.

Talita dijo...

Bueno, las iniciativas más sencillas parece que llegan a mucha gente. Pero no creo que sea esta una iniciativa simple, todo lo contrario incide justo en las cosas más relevantes para quienes vienen de una situación así.

jjjjj dijo...

Encontré tu blog por casualidad (buscando coincidencias con el grupo Orishas), en un primer momento pensé que eres americana... pero leyendo me di cuenta que eras española y para más inri de Madrig (como diriais los madrileños :-).

Suerte con tu master.

Bye.

Anónimo dijo...

... yo también encontré el blog por casualidad, pero creo que de Madrid, no es! Am I wrong??!

Saludos desde Menorca!

MJ dijo...

No, soy de Barcelona.

¡Una bienvenida a los nuevos!

Anónimo dijo...

:-) gracias por la bienvenida!, pero no soy nuevo :-) llevo un año leyendo tus entradas regularmente. Tiene gracia tu blog!

Bueno, ya está bien de robarte el protagonismo. Volveré a dejar un comentario en primavera!