jueves, junio 28, 2007

Momento mascota


Mi gata es una cobardica. Los otros mininos del barrio no han tardado en darse cuenta y le hacen "bullying". Ahí la tenéis, metida en el agujero del que tengo que ir a rescatarla cada vez que otro gato se mete con ella. Qué imagen más patética. Pobre Lola.

lunes, junio 25, 2007

Pequeños placeres dominicales

Todos los domingos, ese pedazo de biblia en verso que es la edición dominical del New York Times me proporciona un delicioso entretenimiento: la sección de bodas y celebraciones, que es ñoña a más no poder, pero que me tiene fascinada. Os explico un poco de qué va, para aquellos que no estéis familiarizados: uno de los cuadernillos dominicales (hay casi una decena) del NYT es el Sunday Styles, una colección de artículos más bien frívolos, que reserva las cinco o seis páginas finales para anunciar bodas de alto copete. Los anuncios de boda estándard casi siempre llevan una foto de la pareja: un primerísimo plano de los dos apoyando ligeramente las cabezas el uno en el otro, a la vez que miran a cámara mostrando su reluciente sonrisa profidén. El texto (unas 30 líneas)que acompaña a las fotografías me confundió la primera vez que leí la sección, haciéndome dudar de si se trataba de anuncios de boda o de gente que buscaba trabajo. Porque es que te largan todo su currículum: educación y calificaciones (como mínimo un miembro de la pareja -- a veces incluso los dos -- se graduó cum laude por alguna de las universidades de la Ivy League) y trabajo actual (generalmente analistas financieros, banqueros, abogados... o profesiones más "liberales" pero que también huelen a salarios mensuales con muchos, muchos ceros). Y para más inri, hacen lo mismo para los padres (y madres) del novio y la novia.

Así, te enteras que Kimberly I., hija de un alto ejecutivo de un banco internacional y de una señora que se dedica a causas benéficas, se ha casado con James E., hijo de otro alto ejecutivo de otro banco y de una secretaria de dirección. Kimberly se graduó por Duke con magna cum laude, mientras que James, que también estudió en Duke, se tuvo que conformar con un cum laude (¿sería este un momento de crisis para la pareja? Con gente tan competitiva, nunca se sabe). Aunque luego James se resarció sacándose un MBA por Columbia, que no es moco de pavo. Ahora Kimberly se gana la vida como vicepresidenta de inversiones en una firma de Nueva York, mientras que James está a punto de empezar a trabajar para un fondo de inversiones de alto riesgo en la misma ciudad. El Sunday Styles no especifica, pero creo que la pareja no ha tenido problemas para pagar la entrada del pisito.

Éste suele ser el patrón para todos los anuncios de bodas, pero también hay cierta variedad, que da vidilla. A veces no son blancos. Otras veces, incluso son parejas mixtas. De vez en cuando sale una pareja gay (entonces en el anuncio te especifican que Mr. X es el de la izquierda de la foto, mientras que Mr. Y es el de la derecha). Pero lo que más perpleja me deja es cuando la foto es sólo de uno de los miembros de la pareja (siempre ella). Entonces me da cierta tristeza por el futuro de los recién casados: mal pinta cuando no han sido capaces de ponerse de acuerdo para sacarse una foto juntos o cuando él ha renegado del anuncio ("¿Que quieres anunciar la boda en el NYT? ¡Por Dios, qué vergüenza! ¡Pues mi foto no la saques, que no quiero que los colegas de la oficina me maten a collejas!")

Sin duda, mi parte favorita de bodas y compromisos es Vows, un minireportaje de cómo tal pareja se conoció, enamoró y comprometió. Normalmente empiezan diciendo que X vio a Y y supo al instante que era su hombre / mujer ideal, porque Y reunía tal, tal y cual característica que X había estado buscando desde siempre en el sexo opuesto. A propósito de esto: me tiene patidifusa que los protagonistas de Vows siempre sepan exactamente cómo tiene que ser su pareja ideal (y que encima la encuentren). Yo nunca lo he tenido tan claro.

Además, Vows es de un Corín Tellado estupendo. Cuando leo parágrafos como éste...

"After the Harvard program, she returned to her job as a lawyer in Arizona and he stayed in Cambridge. But they remained in touch through “long, uncensored, and unedited” nightly phone conversations in the dark, covering everything from her mother’s death, to Biblical passages that troubled or interested them, to his idea of marriage as a piece of music that has both structure and room for improvisation. “He just went through the phone, into my heart,” Ms. Gibson said."

... casi puedo sentir el dolor del periodista que lo ha escrito ( "¡Un máster en periodismo y miles de dólares en deudas estudiantiles para esto!").

Y para finalizar, pasemos al último nivel: ¿puede haber algo más sentimentaloide que Vows? ¡Sí! Los vídeos sobre compromisos del NYT online (no puedo enlazar directamente, pero id a la columna de la izquierda, clickad en Style --> Vows) Mi vídeo "favorito", de momento, es el de Brooke y Seth (en la página 2). Miradlo y me decís qué tal.

martes, junio 19, 2007

Un banco muy especial

Ya sé que es un chiste fácil, pero es que cuando lo vi me dio la risa tonta. Está en Monterey, por si os interesa hacer algún depósito.

jueves, junio 14, 2007

Opiniones: cada uno tiene la suya

Pues aquí está mi nueva columna de opinión en una web de política científica para la que escribo desde hace unos meses. No os creáis que fue iniciativa mía, me lo propuso un periodista con el que colaboro en varios proyectos en España. Bueno, más que proponerlo, me lo comunicó:

Periodista: Ey, que vas a escribir una columna mensual de opinión, que ya he cerrado el trato.
Yo: Ah...

La verdad es que no soy muy fan de la opinión en el periodismo, lo mío es escribir noticias. Creo que para poder comentar sobre un tema (más allá de las chorraditas que sueltas en tu blog, que al fin y al cabo sólo se leen tus amigos y tu familia) se ha de estar muy, muy informado, y yo apenas soy una aprendiz en el mundillo científico.
En fin, ya me diréis que os parece (sí, os estoy pidiendo vuestra opinión... qué contradictoria que soy).

martes, junio 05, 2007

Nerd fun with liquid nitrogen!!

El domingo por la noche estaba aburrida en casa, después de un día muy poco emocionante de deberes y más deberes. De repente llama Matt: "Mike yo yo vamos a preparar helado con nitrógeno líquido en el laboratorio de física. ¡Vente!". Mi roomate Jake y la novia de Matt se apuntaron también. He aquí el fotoreportaje:
El tanque defectuoso de nitrógeno líquido Preparando la operación ice-cream
Todo listo para mezclar la masa con el nitrógeno
Ahí va
Esto ya empieza a parecer helado

Ricooooo

A Matt le parece muy gracioso que Rebecca se haya helado la lengua

Mike, el traidor, amenaza con congelarme un pierna

Venganzaaaaaaaaaa

Conclusión de la noche: el nitrógeno líquido mola

viernes, junio 01, 2007

Californian way of driving

La semana pasada fui de excursión con mis compañeros de clase. El director del programa pidió voluntarios para conducir y a mí no me apetecía para nada, así que medio en broma le dije que tenía tendencia al "road rage". Él contestó (medio en broma... pero medio en serio también) que entonces de ninguna manera, que ya se lo pediría a alguien otro de clase.

Los americanos le tienen mucho miedo a esto del road rage, que es un término muy amplio que abarca desde insultar a otro conductor hasta pegarle un tiro. En un libro que me leí hace unos meses (The culture of fear, de Barry Glassner), explicaba que en los '80 hubo una tendencia en los medios de comunicación estadounidenses a darle bombo a los casos de road rage en el que alguien había salido herido y claro, a la gente le cogió canguelo.


Por aquí, todos son muy amables conduciendo: se paran cuatro coches en un cuátruple stop y sonríen pacientemente mientras esperan su turno. Nadie grita obscenidades y, por supuestísimo, nadie le da el finger a nadie. Qué porcentaje de esta amabilidad es atribuible al buen carácter californiano y qué porcentaje se debe al temor de que el otro conductor te saque un pistolón, es algo con lo que cada uno puede especular.

Pero veréis, yo no soy californiana. Yo soy española, e incluso creo que más malhablada que el españolito promedio. Cuando conduzco, suelto ordinarieces que es un primor. Así que sí que es cierto que para un californiano, mi comportamiento al volante podría ser calificado de road rage. Pero es que me dan razones de sobra: ¡qué mal conduce esta gente, madredelcielobendito! Pasan absolutamente de los intermitentes, cambiando de repente de carril (y esperando que les adivines las intenciones, supongo). Se incorporan a las autopistas en plan "ahí voy, apartaros". Se pasan todo el bendito día hablando por el móvil mientras conducen.

Y ya que nos hemos puesto, otras de mis quejas habituales sobre los californianos y los coches son:

* Los monster truck: en mi vida he visto cosa más ridícula. Dan ganas de conocer al genio que los conduce (es de lumbreras comprarte un vehículo que requiere el uso de una escalerilla para subirse a la cabina... y no entro a comentar el tipo de complejos sexuales que deben tener estos conductores).

* En menor grado de magnitud, los coches gigantes. Por aquí corren furgonetas que en España pasarían por camiones pequeños. Qué manía los americanos con quererlo todo grande. Pero ahora lo están pagando a base de bien, con el precio de la gasolina a casi un dólar por litro.


* La manía de conducir a todas partes. Un día en SLAC tuve que ir a entrevistar a una investigadora que estaba en otro edificio. Mis colegas me dijeron que quedaba lejisísimos y que mejor me pillara una de las camionetas eléctricas enanas. Total, que se trataba de una distancia de diez minutos andando. Para morirse, vamos. Y yo haciendo el ridículo con la minicamioneta naranja-chillón, que me vio la investigadora que tenía que entrevistar y perdí toda la autoridad que podía yo tener.

* La inexistencia de transporte público en condiciones. Pero esto es de sobras conocido.

Para compensar, pongo a continuación un par de cosas buenas que tiene el conducir por California:

* El carpool lane: En horas punta, se reserva un carril para que lo utilicen sólo los coches que llevan a dos o más pasajeros. Así, se supone, se potencia que la gente comparta vehículo.

* La velocidad máxima en autopista es menor que en España. Voy mucho más tranquila en este aspecto.