Ya llevo casi dos meses aquí, así que ya es hora de que comience a hacer de reportera "incrustada" en los States y comente algunas diferencias entre los americanos y los españolitos que he notado por aquí. Por supuesto, se trata de los topicazos más evidentes, al fin y al cabo no llevo aquí suficiente tiempo para ser una experta en nada (y menos aún cuando me tengo que pasar el día en casa estudiando y me queda poco tiempo para socializar).
1. A los americanos les gusta su espacio personal
Me lo dijo un tipo que iba sentado a mi lado en el avión que me llevó de Chicago a San José: "We Americans love our personal space". Más razón que un santo llevaba el hombre. No sólo les encanta tener coches y casas enormísimas, sino que defienden con uñas y dientes su espacio personal, esa burbuja imaginaria que les protege del mundo. Vas por los pasillos del Safeway con tu carrito y ves aproximarse a un americano/a con el suyo. Pues ya a diez metros te está diciendo "excuse meeeeee" por estarse aproximando/ invadiendo tu espacio. No vaya a ser que te roce un codo.
Y no sólo pasa con los desconocidos. Un día iba yo de copiloto en el coche de una compañera de clase, y tenía su bolso entre mis pies. La chica se pone a buscar una botella de agua que llevaba en el bolso y me suelta "perdón por tener que poner mi brazo cerca de tu pierna para alcanzar la botella". Yo, a cuadros.
Mi compañero de piso también se excusa cada vez que nos topamos por la cocina mientras estamos cocinando. Joder, esta gente sufriría muchísimo por las calles de Barcelona, donde el topetazo es de lo más habitual.
La máxima del espacio personal también se aplica a las presentaciones, por supuesto. Cuando te presentan a un estadounidense, le tienes que dar la mano, no dos besos. Parece sencillo, pero a veces te olvidas y queda súper incómodo, casi en plan
sexual harassment. Cuando sois más amigos, ya les puedes dar un abracito al saludar y al despedirte. Pero dentro de sus límites: está bien que contacte la parte superior del cuerpo (de hombros para arriba), pero nada de contacto corporal total. Además, el abrazo se da con sólo un brazo (todavía no he determinado si es el izquierdo o el derecho).
Cuando le comenté el tema a Claas, me dijo que su amigo Kürsad, que había vivido muchos años en Nueva York, tenía la teoría de que los americanos hacían todo esto para evitar conflictos. Como aquí nunca sabes quién puede ir armado y quién no (mmmm, prefiero no pensar en esto), eres amable en exceso para evitar que nadie se enfade.
Claro que Kürsad vivía en Nueva York, y no en mi pueblito de 50,000 habitantes.
2. A los americanos les encanta iniciar conversaciones casuales
Además de saludarte con una sonrisa cada vez que estableces contacto visual (algo que me pone de buen humor), los americanos aprovechan cualquier ocasión (el autobús, estar esperando en una cola…) para hablar contigo de todo y nada. A mí me fascinan especialmente los cajeros del súper, que siempre me sueltan el “how are you doing today?”. Los del Safeway lo hacen con desgana, por obligación, pero lo del Trader Joe’s le imprimen más entusiasmo y una sonrisa de oreja a oreja. Será que están mejor pagados o que, como dice mi compañero de piso Jake, Trader Joe’s intenta vender la imagen de “somos tus amigos”. Pero a veces es excesivo: un cajero me preguntó si ya tenía planes para el fin de semana. En Barcelona hubiera pensado que quería ligar conmigo, pero aquí ya no sé qué creer.
De todas maneras, ésta es una de las características que más me gustan de los estadounidenses.
3. A los americanos no les gustan las palabrotas
Sí, soy mucho más mal hablada que el americano promedio. Ellos dicen "shoot" en vez de "shit" y "bloody" en vez de "fucking". Yo no utilizo sucedáneos.
4. Los americanos intentan abreviarte el nombre siempre que pueden
Situación típica:
Americano: What's your name?
Yo: María José.
A: What?
Y: Ma-rí-a-Jo-sé
A: I see. Can I call you María?
Y: No, my name is María José.
A: Mmm, too long. What about MJ? (pronúnciese "Em Jei")
Y: No. You can call me Eme Jota if you want, but not "Em Jei".
Llamadme borde si quereis. Pero a mí no me rebautizan.
5. Los americanos parecen llevar mejor la soledad
Será porque están más que acostumbrados a mudarse de un lugar a otro. Una compañera mía de clase me dijo: “cuando llego a un lugar nuevo, ya sé de antemano que me voy a sentir depre por estar solita y no conocer a nadie. Así que simplemente bloqueo estos sentimientos”.
También se quejan mucho cuando tienen a la familia de visita. Parece que creen que es un ataque a la independencia que obtuvieron a muy temprana edad (la mayoría a los 18). De momento, más de cuatro me han dicho “no, si me gusta que mi padre/madre/hermano esté por aquí, pero al final del día ya tengo ganas de que se larguen”.
A mí esto me parece muy exagerado. Con lo contenta que estaría si vinieran de visita os míos…
(Si este último comentario os ha dado la impresión de que estoy algo melancólica, no es sin fundamento. Ya empiezo a sentirme bastante homesick…)